domingo, 24 de marzo de 2013

                                      Caracol


Caracol, col, col
Caracol, col, col
saca tus cuernos
y pónlos al sol.

Caracol, col, col
en cada ramita
lleva una flor.
Que viva la baba,
de aquel caracol

Los caracoles se mueven con lentitud alternando contracciones y elongaciones de su cuerpo. Producen mucus para ayudarse en la locomoción reduciendo la fricción y permitiéndoles el desplazamiento por zonas de elevada pendiente debido a la untuosidad del mismo. Esta mucosidad contribuye a su regulación térmica; también reduce el riesgo del caracol ante las heridas y las agresiones externas, principalmente bacterianas y fúngicas, y los ayuda a ahuyentar insectos potencialmente peligrosos como las hormigas. El mucus sirve además al caracol para desprenderse de ciertas sustancias tóxicas como los metales pesados.
Cuando se retraen en su concha, segregan un tipo especial de mucosidad para cubrir la entrada que al solidificarse forma una estructura llamada opérculo. El opérculo de algunos caracoles tiene un olor agradable cuando se quema, por eso a veces se usa como un constituyente del incienso.

 

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