Los selacimorfos (Selachimorpha, del griego σελαχος selachos, tiburón y μορφή morphé, forma) son un superorden de condrictios (peces cartilaginosos) conocidos comúnmente con el nombre de tiburones, o también llamados escualos. Algunos grandes tiburones como el blanco, el toro, entre otros se les conoce a veces con el nombre de jaquetones.
Se caracterizan por ser grandes depredadores. Los tiburones incluyen desde especies pequeñas de las profundidades marinas, hasta el tiburón ballena, el mayor de los peces, el cual se cree puede llegar a medir una longitud de 18 m y se alimenta únicamente de plancton. El tiburón sarda puede desplazarse a agua dulce y algunos ataques de tiburones han ocurrido en ríos. Algunas de las especies mayores, en especial el tiburón mako y el tiburón blanco, son endotermos parciales, capaces de mantener parcialmente su temperatura corporal por encima de la que se encuentra el medio acuático en el que viven. De las más de 375 especies de tiburones encontradas en los océanos del mundo, solo unas 30 atacaron alguna vez a seres humanos. Las especies responsables de la mayoría ataques no provocados a humanos son el tiburón blanco, el tiburón tigre y el tiburón sarda.
Paula y Ana
domingo, 24 de marzo de 2013
La jirafa (Giraffa camelopardalis) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Giraffidae propio de África. Es la más alta de todas las especies vivientes de animales terrestres. La cima de la cabeza puede llegar a encontrarse a 5,8 m de altura y puede pesar de 750 kg hasta 1,6 toneladas.[2] El nombre común 'jirafa' y primer término del nombre binomial Giraffa proviene del árabe الزرافة (ziraafa o zurapha), que significa "alta". El segundo término que da nombre a la especie camelopardalis proviene del griego καμηλοπάρδαλη camelopardale y del latín camelopardalis, que significa "camello leopardo".
La jirafa está emparentada con cérvidos y bóvidos, pero pertenece a otra familia, los jiráfidos (Giraffidae), que comprende únicamente a la jirafa y su pariente más cercano, el okapi.
Julio César introdujo la primera jirafa en Europa traída de su campañas en Asia menor y Egipto donde conoció a Cleopatra. Sin tener claro qué animal era, los romanos la bautizaron cameleopardo, un cruce entre camello y leopardo, convirtiéndose en el nombre científico que se utiliza hasta hoy.
La jirafa normalmente habita en sabanas o en espacios abiertos. Sin embargo, cuando el alimento escasea, es capaz de adentrarse en áreas con densa vegetación. Las jirafas prefieren las áreas de acacias en crecimiento. Pueden beber grandes cantidades de agua cuando está disponible, lo que les permite sobrevivir a grandes periodos secos en tierras áridas
La jirafa está emparentada con cérvidos y bóvidos, pero pertenece a otra familia, los jiráfidos (Giraffidae), que comprende únicamente a la jirafa y su pariente más cercano, el okapi.
Julio César introdujo la primera jirafa en Europa traída de su campañas en Asia menor y Egipto donde conoció a Cleopatra. Sin tener claro qué animal era, los romanos la bautizaron cameleopardo, un cruce entre camello y leopardo, convirtiéndose en el nombre científico que se utiliza hasta hoy.
La jirafa normalmente habita en sabanas o en espacios abiertos. Sin embargo, cuando el alimento escasea, es capaz de adentrarse en áreas con densa vegetación. Las jirafas prefieren las áreas de acacias en crecimiento. Pueden beber grandes cantidades de agua cuando está disponible, lo que les permite sobrevivir a grandes periodos secos en tierras áridas
Los elefantes o elefántidos (Elephantidae) son una familia de mamíferos placentarios del orden Proboscidea. Antiguamente se clasificaban, junto con otros animales de piel gruesa, en el orden, ahora inválido, de los paquidermos (Pachydermata). Existen hoy en día tres especies y diversas subespecies. Entre los géneros extintos de esta familia destacan los mamuts.
Los elefantes son los animales terrestres más grandes que existen actualmente.[1] El periodo de gestación es de 22 meses, el más largo en cualquier animal terrestre. El peso al nacer usualmente es 120 kg. Normalmente viven de 50 a 70 años, pero registros antiguos documentan edades máximas de 82 años.[2] El elefante más grande que se ha cazado, de los que se tiene registro, pesó alrededor de 11.000 kg (Angola, 1956)[3] alcanzando una altura en la cruz de 3,96 m, un metro más alto que el elefante africano promedio.[4] El elefante más pequeño, de alrededor del tamaño de una cría o un cerdo grande, es una especie prehistórica que existió en la isla de Creta, Elephas creticus, durante el Pleistoceno.[5]
Con un cerebro de 5 kg, el cerebro del elefante es el más grande de los animales terrestres. Se le atribuyen una gran variedad de comportamientos asociados a la inteligencia como el duelo, altruismo, adopción, juego, uso de herramientas,[6] compasión y autorreconocimiento.[7] Los elefantes pueden estar a la par con otras especies inteligentes como los cetáceos[8] y algunos primates.[9] Las áreas más grandes en su cerebro están encargadas de la audición, el gusto y la movilidad.
Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña como veía que no se caía fue a llamar a otro elefante ...
Los elefantes son los animales terrestres más grandes que existen actualmente.[1] El periodo de gestación es de 22 meses, el más largo en cualquier animal terrestre. El peso al nacer usualmente es 120 kg. Normalmente viven de 50 a 70 años, pero registros antiguos documentan edades máximas de 82 años.[2] El elefante más grande que se ha cazado, de los que se tiene registro, pesó alrededor de 11.000 kg (Angola, 1956)[3] alcanzando una altura en la cruz de 3,96 m, un metro más alto que el elefante africano promedio.[4] El elefante más pequeño, de alrededor del tamaño de una cría o un cerdo grande, es una especie prehistórica que existió en la isla de Creta, Elephas creticus, durante el Pleistoceno.[5]
Con un cerebro de 5 kg, el cerebro del elefante es el más grande de los animales terrestres. Se le atribuyen una gran variedad de comportamientos asociados a la inteligencia como el duelo, altruismo, adopción, juego, uso de herramientas,[6] compasión y autorreconocimiento.[7] Los elefantes pueden estar a la par con otras especies inteligentes como los cetáceos[8] y algunos primates.[9] Las áreas más grandes en su cerebro están encargadas de la audición, el gusto y la movilidad.
Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña como veía que no se caía fue a llamar a otro elefante ...
El león (Panthera leo) es un mamífero carnívoro de la familia de los félidos y una de las 4 especies del género Panthera. Algunos machos, excepcionalmente grandes, llegan a pesar hasta 250 kg,[3] lo que los convierte en el segundo félido viviente más grande después del tigre. Los leones salvajes viven en África subsahariana y Asia, con una población en peligro crítico al noroeste de la India, habiendo desaparecido del norte de África, de Oriente Próximo y del oeste de Asia en tiempos históricos. Hasta finales del Pleistoceno, hace aproximadamente 10 000 años, de los grandes mamíferos terrestres, el león era el más extendido tras los humanos. Su distribución cubría la mayor parte de África, gran parte de Eurasia, desde el oeste de Europa hasta la India, y en América, desde el río Yukón hasta el Perú.[4]
Si sobreviven a las dificultades de la infancia, las leonas que viven en un hábitat seguro, como por ejemplo el Parque Nacional Kruger, a menudo pueden llegar a la edad de 12-14 años, mientras que los leones raramente viven más de ocho años.[5] Sin embargo, se conocen casos de leonas que han vivido hasta veinte años en estado salvaje. En cautiverio, tanto los machos como las hembras pueden vivir más de veinte años. Suelen vivir en sabanas y herbazales, aun cuando pueden entrar en zonas arbustivas y boscosas. Los leones son animales especialmente sociales en comparación con otros félidos. Una manada de leones se compone de hembras que tienen una relación familiar, sus crías y un número reducido de machos adultos. Los grupos de leonas suelen cazar juntos, atacando principalmente a grandes ungulados. El león es un superpredador y clave, pese a que puede tener un comportamiento carroñero si tiene la oportunidad. Aun cuando los leones, normalmente, no cazan humanos de manera selectiva, algunos de ellos pueden convertirse en antropófagos y buscar presas humanas.
El león es una especie vulnerable y, en su ámbito de distribución africano, a lo largo de las dos últimas décadas ha sufrido un declive de las poblaciones, posiblemente irreversible, de entre un 30 % y un 50 %;[1] las poblaciones no son viables fuera de las reservas delimitadas y los parques nacionales. Aunque la causa de este declive no es del todo comprendida, la pérdida del hábitat y los conflictos con humanos son actualmente los motivos de preocupación más importantes. Se han tenido leones en cautividad desde los tiempos de la Antigua Roma y desde finales del siglo XVIII han sido una especie muy buscada y exhibida en zoológicos por todo el mundo. Los propios zoológicos están colaborando en programas de reproducción para proteger la amenazada subespecie asiática.
Los machos son muy fáciles de distinguir gracias a su melena, que hace de su cabeza uno de los símbolos animales más ampliamente conocidos de la cultura humana. Aparece muy a menudo en la literatura, la escultura, la pintura, en banderas nacionales y en películas y literatura contemporáneas
Si sobreviven a las dificultades de la infancia, las leonas que viven en un hábitat seguro, como por ejemplo el Parque Nacional Kruger, a menudo pueden llegar a la edad de 12-14 años, mientras que los leones raramente viven más de ocho años.[5] Sin embargo, se conocen casos de leonas que han vivido hasta veinte años en estado salvaje. En cautiverio, tanto los machos como las hembras pueden vivir más de veinte años. Suelen vivir en sabanas y herbazales, aun cuando pueden entrar en zonas arbustivas y boscosas. Los leones son animales especialmente sociales en comparación con otros félidos. Una manada de leones se compone de hembras que tienen una relación familiar, sus crías y un número reducido de machos adultos. Los grupos de leonas suelen cazar juntos, atacando principalmente a grandes ungulados. El león es un superpredador y clave, pese a que puede tener un comportamiento carroñero si tiene la oportunidad. Aun cuando los leones, normalmente, no cazan humanos de manera selectiva, algunos de ellos pueden convertirse en antropófagos y buscar presas humanas.
El león es una especie vulnerable y, en su ámbito de distribución africano, a lo largo de las dos últimas décadas ha sufrido un declive de las poblaciones, posiblemente irreversible, de entre un 30 % y un 50 %;[1] las poblaciones no son viables fuera de las reservas delimitadas y los parques nacionales. Aunque la causa de este declive no es del todo comprendida, la pérdida del hábitat y los conflictos con humanos son actualmente los motivos de preocupación más importantes. Se han tenido leones en cautividad desde los tiempos de la Antigua Roma y desde finales del siglo XVIII han sido una especie muy buscada y exhibida en zoológicos por todo el mundo. Los propios zoológicos están colaborando en programas de reproducción para proteger la amenazada subespecie asiática.
Los machos son muy fáciles de distinguir gracias a su melena, que hace de su cabeza uno de los símbolos animales más ampliamente conocidos de la cultura humana. Aparece muy a menudo en la literatura, la escultura, la pintura, en banderas nacionales y en películas y literatura contemporáneas
El tigre (Panthera tigris) es una de las seis[2] especies de la subfamilia de los panterinos (familia Felidae) pertenecientes al género Panthera. Se encuentra solamente en el continente asiático; es un predador carnívoro y es la especie de felino más grande del mundo,[3] pudiendo alcanzar un tamaño comparable al de los felinos fósiles de mayor tamaño.
Existen seis subespecies de tigre, de las cuales la de Bengala es la más numerosa; sus ejemplares constituyen cerca del 80% de la población total de la especie; se encuentra en la India, Bangladesh, Bután, Birmania y Nepal. Es una especie en peligro,[1] [4] y en la actualidad, la mayor parte de los tigres en el mundo viven en cautiverio. El tigre es el animal nacional de Bangladesh y la India.[5]
Es un animal solitario y territorial que generalmente suele habitar bosques densos, pero también áreas abiertas, como sabanas. Normalmente, el tigre caza animales de tamaño medio o grande, generalmente ungulados. En las seis diferentes subespecies existentes del tigre, hay una variación muy significativa del tamaño. Los tigres machos tienen un tamaño mucho mayor que el de las hembras. Análogamente, el territorio de un macho cubre generalmente un área mayor que el de una hembra.
Existen seis subespecies de tigre, de las cuales la de Bengala es la más numerosa; sus ejemplares constituyen cerca del 80% de la población total de la especie; se encuentra en la India, Bangladesh, Bután, Birmania y Nepal. Es una especie en peligro,[1] [4] y en la actualidad, la mayor parte de los tigres en el mundo viven en cautiverio. El tigre es el animal nacional de Bangladesh y la India.[5]
Es un animal solitario y territorial que generalmente suele habitar bosques densos, pero también áreas abiertas, como sabanas. Normalmente, el tigre caza animales de tamaño medio o grande, generalmente ungulados. En las seis diferentes subespecies existentes del tigre, hay una variación muy significativa del tamaño. Los tigres machos tienen un tamaño mucho mayor que el de las hembras. Análogamente, el territorio de un macho cubre generalmente un área mayor que el de una hembra.
El tigre es el felino más grande del mundo, comparable en tamaño con los grandes félidos fósiles. El tamaño de los tigres y demás características varían de una subespecie a otra. En estado salvaje, los tigres machos tienen un peso que oscila entre los 100 y los 360 kg y una longitud de 220-380 cm incluyendo la cola, que mide entre 60 y 110 cm y de 70 hasta 122 cm de altura a la cruz. Mientras tanto, las hembras, mucho más pequeñas, tienen un peso de 85 - 167 kg. y una longitud total de 210-275 cm.[6] Actualmente, la subespecie más pequeña es la del tigre de Sumatra, mientras que las de mayor tamaño son la del tigre de Amur y el tigre de Bengala.
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Oso Los úrsidos (Ursidae) son una familia de mamíferos carnívoros conocidos comúnmente como osos.[1] Son animales de gran tamaño, generalmente omnívoros ya que, a pesar de su temible dentadura, comen frutos, raíces e insectos, además de carne. Sin embargo, el oso polar, debido a la escasez de otras fuentes de alimento, se alimenta casi únicamente de carne.[2] Con sus pesados cuerpos y sus poderosas mandíbulas, los osos se cuentan entre los mayores carnívoros que viven en la Tierra. Un macho de oso polar pesa en promedio 500 kg y alcanza una talla de hasta 130 cm a la altura de la cruz.[3] Se mueven con un caminar pesado, apoyando toda la planta de los pies (son, por lo tanto, animales plantígrados). Tienen orejas cortas y cola rudimentaria.
Los osos se caracterizan por su gran cabeza, orejas pequeñas, redondeadas y erectas, ojos pequeños, un cuerpo pesado y robusto y cola corta. Las patas son cortas y poderosas, con cinco dedos provistos de uñas fuertes y recurvadas. Son plantígrados (como los humanos, apoyan toda la planta del pie al caminar) y pueden desplazarse cortas distancias erguidos sobre las patas traseras. Cuando lo necesitan, pueden ser sorprendentemente ágiles y cuidadosos en sus movimientos. El sentido del oído y la vista no son buenos, pero poseen un olfato excelente. La hibernación, esto es la capacidad de permanecer semidormidos durante la época del año donde el clima es desfavorable, es un fenómeno común, al menos entre las especies de Ursus.
Los osos actuales miden entre 1 y 2,8 m de longitud total y tienen una masa de entre 27 y 780 kg (existen registros de machos de oso polar de alrededor de una tonelada). El macho suele ser un 20 % más grande que la hembra. El pelaje es largo y espeso, y generalmente de un solo color, a menudo marrón, negro o blanco. Como excepciones, el oso de anteojos tiene un par de círculos de pelo blanco rodeando los ojos y el oso panda, tiene un patrón de coloración blanco y negro bien definido.
En cuanto a la dentición, los incisivos no se encuentran especializados, los caninos son elongados, los primeros tres premolares se encuentran reducidos o ausentes y los molares poseen una corona ancha y baja especialmente apta para una alimentación omnívora. Justamente, los úrsidos actuales son omnívoros: se alimentan de pequeños vertebrados, invertebrados, huevos, frutos y otros vegetales. Sin embargo, hay dos especies de alimentación muy especializada: Melursus ursinus (oso perezoso de la India) que consume casi exclusivamente hormigas y termitas y Ursus maritimus (oso polar), la única especie estrictamente carnívora, que se alimenta básicamente de focas y morsas.
Los úrsidos se distribuyen en Eurasia y América del Norte, en las montañas Atlas del norte de África y en los Andes de América del Sur (oso de anteojos solamente), ocupando un rango de hábitats que abarca desde los hielos árticos hasta las selvas tropicales. Incluyen tres géneros actuales y ocho especies que según Hall (1981), pueden ubicarse en tres subfamilias actuales: la de los Tremarctinae, con el género Tremarctos (oso de anteojos); la de los Ursinae, con Ursus (oso negro, grizzly, polar, malayo, perezoso, marrón, etc.) y la de los Ailuropodinae con Ailuropoda (oso panda).
La familia Ursidae (con excepción de los extintos Agriotheriinae, cuyo registro es muy fragmentario y más antiguo que el de las otras subfamilias), se registra desde el Mioceno medio hasta la actualidad en Europa; desde el Mioceno tardío hasta la actualidad en América del Norte; desde el Plioceno medio hasta la actualidad en Asia; desde el Pleistoceno temprano hasta la actualidad en América del Sur; sólo en el Plioceno en el sur de África y en la actualidad en el norte de África.
Los Ursidae son menos diversos (en cuanto a número de especies) en el presente que en el pasado. Esto es especialmente cierto para los tremarctinos, ya que diez especies vivieron entre el Mioceno tardío y el Pleistoceno tardío en América y en la actualidad solo una, el oso de anteojos.
Actualmente más de 250 investigadores de todo el mundo llevan a cabo estudios sobre la dieta, uso del hábitat, distribución geográfica, genética, interacción con el hombre, etc. de los osos. El objetivo final de la mayoría de los estudios es la conservación y el manejo de las poblaciones
Los osos se caracterizan por su gran cabeza, orejas pequeñas, redondeadas y erectas, ojos pequeños, un cuerpo pesado y robusto y cola corta. Las patas son cortas y poderosas, con cinco dedos provistos de uñas fuertes y recurvadas. Son plantígrados (como los humanos, apoyan toda la planta del pie al caminar) y pueden desplazarse cortas distancias erguidos sobre las patas traseras. Cuando lo necesitan, pueden ser sorprendentemente ágiles y cuidadosos en sus movimientos. El sentido del oído y la vista no son buenos, pero poseen un olfato excelente. La hibernación, esto es la capacidad de permanecer semidormidos durante la época del año donde el clima es desfavorable, es un fenómeno común, al menos entre las especies de Ursus.
Los osos actuales miden entre 1 y 2,8 m de longitud total y tienen una masa de entre 27 y 780 kg (existen registros de machos de oso polar de alrededor de una tonelada). El macho suele ser un 20 % más grande que la hembra. El pelaje es largo y espeso, y generalmente de un solo color, a menudo marrón, negro o blanco. Como excepciones, el oso de anteojos tiene un par de círculos de pelo blanco rodeando los ojos y el oso panda, tiene un patrón de coloración blanco y negro bien definido.
En cuanto a la dentición, los incisivos no se encuentran especializados, los caninos son elongados, los primeros tres premolares se encuentran reducidos o ausentes y los molares poseen una corona ancha y baja especialmente apta para una alimentación omnívora. Justamente, los úrsidos actuales son omnívoros: se alimentan de pequeños vertebrados, invertebrados, huevos, frutos y otros vegetales. Sin embargo, hay dos especies de alimentación muy especializada: Melursus ursinus (oso perezoso de la India) que consume casi exclusivamente hormigas y termitas y Ursus maritimus (oso polar), la única especie estrictamente carnívora, que se alimenta básicamente de focas y morsas.
Los úrsidos se distribuyen en Eurasia y América del Norte, en las montañas Atlas del norte de África y en los Andes de América del Sur (oso de anteojos solamente), ocupando un rango de hábitats que abarca desde los hielos árticos hasta las selvas tropicales. Incluyen tres géneros actuales y ocho especies que según Hall (1981), pueden ubicarse en tres subfamilias actuales: la de los Tremarctinae, con el género Tremarctos (oso de anteojos); la de los Ursinae, con Ursus (oso negro, grizzly, polar, malayo, perezoso, marrón, etc.) y la de los Ailuropodinae con Ailuropoda (oso panda).
La familia Ursidae (con excepción de los extintos Agriotheriinae, cuyo registro es muy fragmentario y más antiguo que el de las otras subfamilias), se registra desde el Mioceno medio hasta la actualidad en Europa; desde el Mioceno tardío hasta la actualidad en América del Norte; desde el Plioceno medio hasta la actualidad en Asia; desde el Pleistoceno temprano hasta la actualidad en América del Sur; sólo en el Plioceno en el sur de África y en la actualidad en el norte de África.
Los Ursidae son menos diversos (en cuanto a número de especies) en el presente que en el pasado. Esto es especialmente cierto para los tremarctinos, ya que diez especies vivieron entre el Mioceno tardío y el Pleistoceno tardío en América y en la actualidad solo una, el oso de anteojos.
Actualmente más de 250 investigadores de todo el mundo llevan a cabo estudios sobre la dieta, uso del hábitat, distribución geográfica, genética, interacción con el hombre, etc. de los osos. El objetivo final de la mayoría de los estudios es la conservación y el manejo de las poblaciones
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